La vida útil de una cuerda puede variar según su uso, frecuencia y nivel de cuidado que reciba en cada trabajo que realicemos con ella.
La aplicación de cargas, el contacto con elementos metálicos, rozamientos y deslizamientos por bordes, son factores que pueden acelerar el deterioro de una cuerda. El entorno laboral, tipo de trabajo y elementos presentes influirán significativamente en su vida útil. Sin embargo, la falta de uso no garantiza su conservación ni prolonga su vida útil. La fecha de caducidad establecida por el fabricante debe respetarse, incluso si la cuerda se ha usado poco o parece estar en buen estado.
Consejos de uso y conservación
- Transporta la cuerda en una bolsa para protegerla de la luz, la suciedad y el roce.
- Usa protectores en áreas con aristas o superficies rugosas para evitar desgastes.
- Antes y después de cada uso de la cuerda, inspecciona mediante la vista y el tacto para verificar su integridad.
- En la limpieza, prioriza métodos en seco usando un cepillo sintético de cerdas suaves.
- Si necesitas limpiarla con agua, utiliza detergente neutro, agua fría y preferiblemente lavado a mano. Evita el centrifugado en lavadoras.
- Al secarla, evita el calor y la exposición directa al sol.
- Almacénala en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa.
Estos son estándares generales, es esencial seguir siempre las instrucciones específicas del fabricante y sustituir la cuerda se tiene alguna duda sobre su seguridad.
Si necesita más información, póngase en contacto con nosotros y le informaremos con todo detalle sobre nuestro servicio de revisión de EPIS.